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Los Ovidios académicos e ilustrados de una biblioteca excepcional: el Seminario Metropolitano de San Atón (Badajoz)

Después de terminar las visitas a las bibliotecas ovidianas de las provincias de A Coruña y Lugo, hacemos un alto en nuestra gira por Galicia para iniciar una serie de incursiones en bibliotecas de otras Comunidades Autónomas que hemos visitado en momentos más recientes. Así en esta ocasión nos vamos a Extremadura, en concreto a la ciudad de Badajoz, donde se encuentra una institución académica excepcional: el Seminario Metropolitano de San Atón.

La magnifica biblioteca del Seminario Conciliar de San Atón, que nace pareja a la institución eclesiástica que se funda en 1664, comenzó su andadura como una primera “librería” para la educación de los futuros sacerdotes y, andando el tiempo, ampliada y enriquecida, con un fondo que ya contaba dos mil volúmenes, se convirtió en el siglo XVIII en una biblioteca pública para la ciudad de Badajoz, que carecía de ella, y, después, en una biblioteca universitaria al ser el seminario elevado al rango de universidad el 17 de agosto de 1793.

La biblioteca es una entidad de titularidad privada, y como tal está específicamente dirigida a los seminaristas, sacerdotes de la diócesis de Mérida-Badajoz y profesores y alumnos del Centro Superior de Estudios Teológicos y del Instituto de Ciencias Religiosas Santa María de Guadalupe. Todos ellos tienen acceso a todos servicios prestados por la biblioteca: lectura en sala, reprografía y préstamo. Pero, además, el Seminario, conocedor de la importancia de sus fondos para el desarrollo de la cultura, ofrece a todos los investigadores acceso a ellos través de su consulta en sala y de medios reprográficos.

La admirable colección bibliográfica con la que cuenta en la actualidad, una de los más ricas de Extremadura, se compone de más de 43.500 volúmenes, de los cuales 13.800 constituyen su fabuloso fondo antiguo que ha sido catalogado recientemente.  Entre los fondos se cuentan cincuenta manuscritos, nueve incunables y numerosos impresos de entre los siglos XVI y XVIII, entre los que destacan la extraordinaria Políglota de Amberes o Biblia Regia de Arias Montano (1569), una edición «princeps» romana de El Fisiólogo de San Epifanio (1587), que es uno de los pocos ejemplares existentes en España y los ejemplares de los Sermones, de San Vicente Ferrer (1509), la Catena aurea, de Santo Tomás de Aquino (1520), las Obras, de Virgilio (1527), la edición italiana del Orlando Furioso, de Ariosto (1556), la edición de 1558 de la Gramática latina, de Nebrija, y, del mismo año, el Catecismo del arzobispo de Toledo Bartolomé Carranza, uno de los poquísimos ejemplares existentes en el mundo, salvado de la destrucción a que fue sometida la edición.

Incunables (Foto: Rocío Pérez)

Aunque el fondo de la biblioteca pertenece mayoritariamente al campo de las ciencias religiosas, entre los impresos de los siglos XV al XIX hay una buena colección de obras de autores clásicos, griegos y latinos entre los que destacan los treinta y seis ejemplares de dieciocho ediciones diferentes del siglo XVI al XIX de las distintas obras de Ovidio. Los ejemplares de las obras de Ovidio que se datan en el siglo XVI vienen a ratificar la variada procedencia internacional de los más de mil impresos de este siglo que conserva la biblioteca, al igual que los cinco ejemplares de las ediciones del XVII. No obstante, el grueso de los ejemplares ovidianos pertenece al siglo XVIII, en el que la actividad editorial se ve incrementada y las ediciones de las obras de Ovidio reflejan el desarrollo de la ciencia filológica y el interés por el mundo clásico que caracteriza al Siglo de las luces. Los veintitrés ejemplares que forman el fondo ovidiano de este siglo en la biblioteca pacense muestran asimismo el desarrollo de la edición de las obras de poeta en el panorama español. La edición de Ovidio en el siglo XIX también está representada en el fondo de la biblioteca del seminario por medio de tres ejemplares, que provienen de las imprentas de París y de Leipzig. La última de las ediciones de fondo antiguo que contienen las obras del poeta es ya una edición crítica, concretamente los tomos segundo y tercero de una reimpresión de 1896 de la importante edición de la obra de Ovidio realizada por el filólogo C. H. Weise y publicada por primera vez en 1845, lo que da cuenta de la vocación científica y filológica del fondo de la biblioteca del seminario.

Incunables de San Atón (Foto: Rocío Pérez)

Por lo que se refiere a las obras que consideramos ilustradas, el fondo de la biblioteca posee, en sentido estricto, ocho volúmenes ilustrados de obras de Ovidio que pertenecen a cuatro ediciones diferentes, que tienen diversos tipos de ilustración. Desde la más compleja, la de la edición veneciana de 1586 que incluye una serie completa de grabados que ilustran el contenido del poema desde el punto de vista de las fábulas mitológicas, es decir, una edición con una ilustración narrativa que es lo que se considera una edición ilustrada al uso, a la más simple, en la edición también veneciana de 1779, que va ilustrada sencillamente con un retrato del poeta en la portada, pasando por un tipo de ilustración esquemática, en dos ediciones latinas, la suiza de 1543 y la alemana de 1601, que ya conocemos porque forma parte del fondo de la Universidad de Santiago y de la biblioteca del Seminario de Santa Catalina de Mondoñedo que visitamos en la última entrada.

Metamorfosis.Mycillus.Hervagius.Basilea.1543 (M.SMB.Bas.1543a) Portada 

Estas dos últimas ediciones pretenden mostrar gráficamente los contenidos de las Metamorfosis desde un enfoque que se aproxima a la ilustración científica. Así, en la biblioteca del seminario se conservan dos de los tomos de una edición de las obras de Ovidio de gran formato compuesta por tres volúmenes publicados en Basilea por Johann Herwagen (Ioannes Heruagius) en 1543, 1549 y 1550, respectivamente. El primer volumen de esta publicación excepcional, del que la biblioteca posee dos ejemplares, contiene la edición del texto de las Metamorfosis realizada por el filólogo y poeta alemán Jacobus Micyllus o Jakob Moltzer (1503-1558), que constituye un hito en la edición académica de la obra ovidiana. El texto del poema va acompañado de tres tipos de comentarios: las famosas enarrationes de Rafael Regio, los comentarios atribuidos a Lactancio y las anotaciones del propio Micyllus.

El tono académico y erudito de esta edición se ve incrementado con la inclusión en el volumen dedicado a las Metamorfosis de tres grabados situados en las páginas iniciales del libro primero del poema para explicar los versos que contienen la que se conoce como “cosmografía ovidiana”. Es sabido que en el inicio del libro primero, entre los versos 21 y 68, Ovidio relata el comienzo del mundo, una suerte de creación en la que el poeta hace una cumplida descripción de la conformación de la tierra como esfera, después de que el caos se ordene y se separen los elementos. En las primeras líneas se dibuja la organización de la tierra, el agua y el aire (vv. 21-31), se describen las cinco zonas climáticas de la tierra (vv. 45-51), y se habla del papel del aire y su relación con los vientos, que son nombrados y diferenciados porque soplan en “regiones separadas” (vv. 52-68). 

Metamorfosis.Mycillus.Hervagius.Basilea.1543 (M.SMB.Bas.1543a) Diagrama 1 (p. 4)

Para estos versos, pues, se concibe una representación gráfica en forma de diagramas cosmográficos circulares similares a los que ilustran en las primeras ediciones incunables el difundido e influyente De sphaera de Johannes de Sacrobosco. El primero de los diagramas contiene la tierra, el agua y ocho de los nueve cielos, con los nombres de cinco planetas, el sol y la luna. Este tipo de esquema pertenece a la tradición ptolemaica y está recogido en el tratado de la esfera de Sacrobosco de donde pasó seguramente a ilustrar un incunable de las Metamorfosis impreso en Lyon en 1497 por Jacques Maillet, que se puede considerar una de las fuentes para la ilustración de esta edición suiza.

El segundo de los diagramas representa las cinco zonas climáticas de la tierra, los polos, los trópicos, el ecuador y los círculos polares. Esta descripción de las zonas de la tierra y su clima y condiciones de habitabilidad está establecida en el texto del poema, tanto es así que estos versos concretos de Ovidio se aducen en los tratados cosmográficos, como en el citado de Sacrobosco. Por último, un tercer diagrama cosmográfico representa en la esfera los puntos cardinales y los vientos de cada zona de la tierra. Acompaña a los siguientes versos donde se produce la descripción de la cualidad del aire y de los vientos. Ambos diagramas desglosan el diagrama cosmográfico compuesto por una combinación de estos dos últimos (las zonas y los vientos con los puntos cardinales) que aparece por primera vez en la edición veneciana de las Metamorfosis de 1493, la primera con el texto y los comentarios de Rafael Regio, que ya conocemos por nuestra visita a la Biblioteca Xeral de la Universidad De Santiago.

Metamorfosis.Mycillus.Hervagius.Basilea.1543 (M.SMB.Bas.1543a) Diagramas 2 y 3 (pp. 5 y 6)

 Por otro lado, en la biblioteca del seminario también se encuentra un ejemplar de cada uno de los tres tomos, encuadernados en dos volúmenes, editados en Fráncfort en 1601 en la imprenta Wecheliana, que ya conocemos por anteriores visitas a dos bibliotecas gallegas, como hemos indicado antes. Se trata de otra de las grandes ediciones de la obra completa de Ovidio, que va acompañada por una batería de comentarios de varios eruditos de distintas épocas y que tuvo una gran importancia y difusión. Como sucedía en el caso de la anterior, esta edición filológica no tiene la intención de mostrar contenidos figurados, pero, sin embargo, en el tomo tercero (fig. 5), correspondiente al texto comentado de las Metamorfosis, reproduce la estructura figurativa de la edición de 1543, con tres diagramas cosmográficos idénticos, que acompañan igualmente a los versos de la cosmogonía ovidiana.

El tercer ejemplar ilustrado del fondo ovidiano del seminario de San Atón, una copia de la edición veneciana de las Metamorfosis impresa por Nicolò Moretti (Nicolaus Moretus) en 1586, que lleva por título P. Ouidii Nasonis Metamorphoseon Libri XV / Raphaelis Regii volaterrani luculentissima explanatio, cum nouis alterius viri eruditissimi, additionibus; Lactantii Placiti in singulas fabulas argumenta; eruditissimorum virorum Coelii Rhodigini, Ioan. Baptistae Egnatii, Henrici Glareani in pleraque omnia loca difficiliora annotationes. Venetiis : apud Nicolaum Moretum, MDLXXXVI.

Se trata de una de las ediciones latinas, eruditas, pero profusamente ilustradas que siguen la tradición iniciada por el famoso impresor Giovanni Tacuino en 1513 y que, como el resto de las ediciones de esta tradición, incluyen junto al texto original del poema ovidiano los comentarios de Regio y otra serie de anotaciones y adiciones de diversos estudiosos.  Es una de las ediciones tardías del siglo XVI cuyo modelo son las primeras versiones latinas ilustradas con grabados mitológicos, concretamente la edición del poema de 1513, un temprano producto veneciano que significó una nueva era para la edición de las Metamorfosis latinas comentadas y con ilustraciones, ya que el editor acomete en ella la corrección y la ampliación de la serie de grabados mitológicos que se había difundido en las ediciones italianas y francesas del poema a principios del XVI y que procedía, en última instancia, de la larga serie creada en 1497 para el incunable veneciano del poema en lengua vernácula,  que se reutilizó y modificó en la edición parmesana de 1505, que conocemos por nuestra primera visita al Seminario de Mondoñedo.

Metamorfosis.Regius.Moretus.Venecia.1586. Portada. 

La nueva serie de grabados de la edición de Tacuino se componía del diagrama cosmográfico asociado a las ediciones con los comentarios de Regio, al que ya nos hemos referido y de sesenta y dos estampas relacionadas con los contenidos del poema. Todo ello se constituye en un modelo que tendrá numerosas secuelas, una de las cuales es esta edición de 1586 que incorpora un aparato iconográfico imbricado en esta tradición, aunque prescinde del diagrama cosmográfico y ya no muestra la serie completa de 1513, pues ha perdido varios de los grabados originales, algunos de cuales se han sustituido por xilografías creadas para otras ediciones. Es, por tanto, una edición de una calidad mediana, aunque constituye una cierta rareza en el panorama del patrimonio bibliográfico español, ya que, además del ejemplar del seminario pacense, solamente hay otros cuatro ejemplares en bibliotecas españolas.

Metamorfosis.Regius.Moretus.Venecia.1586. Ovidio escribiendo (Libro1, grabado 1, p.1) 

La ilustración de la edición, como en su modelo remoto, en lugar de iniciarse con la imagen de la creación del mundo que adornaba las ediciones incunables y post-incunables anteriores, comienza con un grabado que introduce el texto del libro primero con la representación de Ovidio sentado al escritorio y escribiendo un libro que asumimos que son las Metamorfosis, ya que el proemio del poema tiene un ejercicio metareferencial por el que el poeta, en su petición de ayuda a los dioses para completar su tarea literaria, se refiere a la propia obra que está comenzando. La figura de Ovidio va ataviada con un atuendo que pretende reproducir una vestimenta romana, casi militar, y, como corresponde a un poeta, va coronada de laurel. Es un personaje barbado y su apariencia lo aproxima más a la imagen de “un César”, como el propio emperador Carlos V, que a la imagen del poeta, sin barba y con un aspecto menos maduro, que muestran los retratos a la antigua que se empezarán a incluir en sus obras en este momento. Esta práctica de introducir la imagen del poeta escribiendo su obra procede de la ilustración de los incunables de las obras de autores clásicos y ya estaba presente en el modelo de 1513, aunque el grabado de esta edición que hace alusión al autor y de manera explícita al poema de las Metamorfosis adopta la forma de una escena con más personajes ambientada en un paraje natural.

Por lo que se refiere al resto de las estampas narrativas que ilustran la edición, el conjunto de grabados, que se ajusta al intento de dotar de figuración a las historias mitológicas más relevantes del poema, se compone de cincuenta y nueve xilografías de pequeño formato, cincuenta y cinco de las cuales, como ya hemos dicho, son la copia de los originales de la edición veneciana de 1513.

Metamorfosis.Regius.Moretus.Venecia.1586. Las hazañas  de Hércules (Libro 9, grabado 35, p.183) 

El último conjunto de ejemplares ilustrados del fondo del seminario pertenece a una serie de ediciones de la obra de Ovidio que se origina en Francia a finales del siglo XVII. Se acomete en ese momento la realización de una colección de ediciones de los autores clásicos para ad usum Delphini, para la educación del Delfín de Francia, encargando la compilación y comentario de las obras de Ovidio al erudito helvético Daniel Crispin. Desde la primera edición en cuatro volúmenes de todas las obras del poeta latino que aparece en Lyon en 1689, hasta 1821, se publican, con ligeras modificaciones, veintiséis ediciones comentadas. Dos de estas ediciones se encuentran en el fondo de la biblioteca de San Atón: la de 1779, de la que solo se conservan dos de los cuatro tomos, y la que publica Remondini en Venecia en 1792 que está completa.  

OperaOmnia.Crispinus.Constantinus.Venecia.1779.t4. Portada. 

Una de las características que comparten varias de las ediciones de estos textos comentados es la confección de las portadas de todos los tomos en las que figura un grabado con la efigie del poeta Ovidio presentada en una pretendida moneda que lleva su nombre en griego. La imagen del poeta, representado de perfil, con el pelo corto y el semblante adusto, simula un busto antiguo, y su fisonomía, como ya es habitual, está determinada por la gran nariz que su cognomen recuerda. Muchas de las ediciones de las obras de autores clásicos presentan la imagen del autor como marchamo de cierta autenticidad y en recuerdo de la práctica iconográfica de reconstrucción de la iconografía -entendida como retratística- de los hombres del pasado a través de las imágenes de las monedas. 

Un conjunto de retratos e imágenes de Ovidio que aparecen en las distintas obras ilustradas se puede consultar en el sitio web de la BDO.

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Ovidio en la biblioteca pública más antigua de Galicia

Empezamos nuestro recorrido en Galicia. Concretamente en una institución especial, la Real Casa Consulado de A Coruña, que reúne en sí los méritos de ser la fundación cultural más antigua de España y albergar la biblioteca pública más antigua de Galicia.

La Real Casa Consulado de A Coruña ocupa el número 58 –antaño 56– de la calle Panaderas (ahora Plaza Pintor Álvarez Sotomayor nº 1). El edificio se construye a finales del 1700 para ser la residencia familiar de don José Ramos, un comerciante coruñés que en aquellos momentos se encontraba viviendo en Cádiz. Pese a que se hicieron reformas en el edificio –como la que cubría una terraza de estilo andaluz, muy poco apropiada para el clima gallego– don José Ramos nunca llegó a ocuparla. La casa quedó en desuso hasta que el rey Carlos IV extiende un Real Privilegio el 29 de noviembre de 1785, por el cual se destinaba el espacio a la fundación del Real Consulado de Mar y Tierra.

Este edificio, con su reloj en lo alto y con sus ventanas, puertas y barandillas verdes, ha sido la sede, a lo largo de los años, de un sinfín de entidades. Además de la Real Casa Consulado, fue el hogar del Hospital de la Caridad, cuyos niños atendían también a las Escuelas Náutica, de Dibujo, de Comercio y de Hilazas. Ha sido el receptáculo del Museo Provincial de Bellas Artes, otorgado por Franco a petición del artista Álvarez de Sotomayor, que da nombre a la plaza frente al edificio­. En la actualidad alberga, entre otras, la Real Academia Gallega de Bellas Artes y, la que nos atañe, la Biblioteca de la Casa Consulado.

En 1803, el canónigo y escritor Pedro Antonio Sánchez Vaamonde solicita a Carlos IV la fundación de una biblioteca en A Coruña. La cédula es expedida el 2 de junio de 1803 y Sánchez Vaamonde comienza la adquisición de libros –entre los cuales se incluyen 4.500 ejemplares de su propia colección privada– y revistas, así como la recopilación de leyes y tratados.

Fachada del edificio que alberga la Casa Consulado en la calle Panaderas (A Coruña)
(Fuente: https://aco.gal/localizacion/es/72)

La Biblioteca Real Casa Consulado de A Coruña abre sus puertas el 15 de agosto de 1806, y durante dos días la ciudad lo celebra por todo lo alto. La Casa Consulado se viste con motivos alegóricos relacionados con el saber y los libros y, fiel al espíritu del Siglo de las Luces, permanece iluminada durante dos noches. Resiste el embate del tiempo, del Absolutismo, de la francesada y de la Guerra Civil, y llega casi intacta –pues algunos de los libros volvieron francamente maltratados de su estancia, entre 1942 y 1947, en los sótanos del Ayuntamiento da Coruña– hasta nuestros días.

En el informe sobre la biblioteca que escribe en 1860 el entonces Rector de la Universidad de Santiago, J. J. Viñas, se destaca la importancia de la biblioteca por la población en la que se hallaba y por su utilidad para profesores y alumnos, y, además, se da cuenta de la envergadura del fondo, que en el momento se componía ya de más de 10.000 volúmenes.

En la actualidad, alberga 19.661 títulos de monografías, varias obras en varios tomos, que suman 1.000 volúmenes más, y 449 publicaciones periódicas que suman otros 8.000 volúmenes, e incluye tesoros como un manuscrito inédito de Quevedo, un pergamino de América del siglo XVI, la documentación de las reformas de la Torre de Hércules en 1785 a cargo de Giannini, y un incunable veneciano de 1498.

Y entre los casi dos mil títulos de obras de literatura que posee el fondo, se encuentran numerosas obras de autores clásicos, incluido Ovidio. Sin embargo, la presencia de nuestro poeta latino no es abundante. Hay apenas ocho ediciones de sus obras, todas ellas del siglo XVIII , a excepción de la más reciente, una edición española del Arte de Amar publicada en Burdeos, que se fecha en 1802. El fondo ovidiano es una modesta muestra de la edición de las obras del poeta en el Siglo de las luces, pero relativamente variada, ya que incluye tanto ediciones latinas como traducciones, concretamente al francés y al español, que vieron la luz en diversas ciudades de Europa, de Londres a Venecia pasando por Zweibrücken, en Alemania; Villagarcía de Campos, en Valladolid; Burdeos, y, sobre todo, París, de donde proceden dos de ellas.

Y del conjunto total de publicaciones ovidianas, sólo tres son las ediciones ilustradas que conserva la biblioteca. Dos de ellas son ediciones latinas para uso académico, y una tercera, una interesante traducción al francés publicada en París en los tiempos de la Revolución.

La más antigua de las ediciones latinas es una interesante edición de las obras del exilio, las Tristes y las Pónticas, o cartas desde el Ponto, donde Ovidio vivió su expulsión de Roma. La edición conjunta de ambos títulos, publicada en Venecia en 1770 en casa del famoso impresor Remondini, lleva solo dos ilustraciones que, sin embargo, son muy adecuadas para acompañar a las elegías. Como frontispicio de la parte de las Tristes aparece el retrato de Ovidio que evoca no solo la autoría, sino también la gran presencia del «yo» del poeta en esta obra, lo que se refleja en la imagen. Para ilustrar las cartas desde el destierro la edición presenta, en cambio, un mapa de los ignotos y lejanos lugares que se convirtieron en el nuevo hogar de Ovidio, una imagen inusitada para ilustrar poesía que funciona como una aportación erudita que complementa las notas y los comentarios a esta obra contenidos en esta edición. Este mapa de los lugares ovidianos del exilio se incluye por primera vez en una edición veneciana de las mismas obras y con el mismo comentario publicada por Fenzi en 1756.

La segunda de las latinas es una importante y cuidada edición de las obras completas del poeta publicada en tres tomos en la ciudad alemana de Zweibrücken por la Sociedad Bipontina en 1783. La biblioteca de la Casa Consulado solo posee el primero de los tomos que contiene la obra amorosa de Ovidio, Heroidas, Arte de Amar, Amores, Remedios contra el amor y Sobre la cosmética del rostro femenino, además de otras obras atribuidas al poeta. No es una edición ilustrada en sentido estricto, pero consideramos que los discretos grabados xilográficos de las portadas de los tres tomos presentan imágenes pertinentes y adecuadas al contenido de cada volumen. En el caso del primero de ellos, y único que posee esta biblioteca, el grabado muestra la efigie de Ovidio en un medallón que simula una moneda con su nombre inscrito en griego. De nuevo la personalidad del genial poeta, caracterizado en sus retratos por su gran nariz que evoca su «apellido», hace acto de presencia para ilustrar las ediciones de sus obras.

La última de las ediciones ilustradas de la Casa Consulado es una edición francesa en tres volúmenes que contiene la traducción del poema de las Metamorfosis realizada por el poeta Jacques-Charles-Louis Malfilatre (1732-1767) a partir del texto latino del jesuita Joseph de Jouvancy o Jouvency (1643-1719). Se publica en París en el VII año de la República, es decir, entre los años 1798 y 1799. Aunque se trata de una edición pensada para las escuelas, va ilustrada con quince grabados a toda página que representan quince episodios del poema y funcionan como frontispicios introductorios de cada uno de los libros en los que se dividen las Metamorfosis. Cada tomo contiene cinco de los libros y por tanto va ilustrado con cinco grabados, a excepción del primero que incluye, además, un pretendido retrato de Ovidio bajo la apariencia de un poeta renacentista.

Los grabados de la edición son copias de regular calidad de las planchas creadas por G. Zocchi para ilustrar otra traducción francesa de las Metamorfosis que vio la luz en París en 1767. Las escenas representadas se ocupan de mostrar el clímax de una serie de episodios en los que las metamorfosis de los personajes son el centro de la historia, como en el caso de la transformación de Acteón en ciervo por obra de la diosa Diana, que se había visto sorprendida en el baño, o el momento en el que la diosa Venus transforma en una mujer real la estatua, obra de Pigmalión. Esta edición de la Casa Consulado constituye una rareza en las bibliotecas españolas puesto que solo se conservan otros ejemplares en la Biblioteca del Estudio Teológico Agustiniano de Valladolid y en una biblioteca privada de A Coruña.

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