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Los Ovidios académicos e ilustrados de una biblioteca excepcional: el Seminario Metropolitano de San Atón (Badajoz)

Después de terminar las visitas a las bibliotecas ovidianas de las provincias de A Coruña y Lugo, hacemos un alto en nuestra gira por Galicia para iniciar una serie de incursiones en bibliotecas de otras Comunidades Autónomas que hemos visitado en momentos más recientes. Así en esta ocasión nos vamos a Extremadura, en concreto a la ciudad de Badajoz, donde se encuentra una institución académica excepcional: el Seminario Metropolitano de San Atón.

La magnifica biblioteca del Seminario Conciliar de San Atón, que nace pareja a la institución eclesiástica que se funda en 1664, comenzó su andadura como una primera “librería” para la educación de los futuros sacerdotes y, andando el tiempo, ampliada y enriquecida, con un fondo que ya contaba dos mil volúmenes, se convirtió en el siglo XVIII en una biblioteca pública para la ciudad de Badajoz, que carecía de ella, y, después, en una biblioteca universitaria al ser el seminario elevado al rango de universidad el 17 de agosto de 1793.

La biblioteca es una entidad de titularidad privada, y como tal está específicamente dirigida a los seminaristas, sacerdotes de la diócesis de Mérida-Badajoz y profesores y alumnos del Centro Superior de Estudios Teológicos y del Instituto de Ciencias Religiosas Santa María de Guadalupe. Todos ellos tienen acceso a todos servicios prestados por la biblioteca: lectura en sala, reprografía y préstamo. Pero, además, el Seminario, conocedor de la importancia de sus fondos para el desarrollo de la cultura, ofrece a todos los investigadores acceso a ellos través de su consulta en sala y de medios reprográficos.

La admirable colección bibliográfica con la que cuenta en la actualidad, una de los más ricas de Extremadura, se compone de más de 43.500 volúmenes, de los cuales 13.800 constituyen su fabuloso fondo antiguo que ha sido catalogado recientemente.  Entre los fondos se cuentan cincuenta manuscritos, nueve incunables y numerosos impresos de entre los siglos XVI y XVIII, entre los que destacan la extraordinaria Políglota de Amberes o Biblia Regia de Arias Montano (1569), una edición «princeps» romana de El Fisiólogo de San Epifanio (1587), que es uno de los pocos ejemplares existentes en España y los ejemplares de los Sermones, de San Vicente Ferrer (1509), la Catena aurea, de Santo Tomás de Aquino (1520), las Obras, de Virgilio (1527), la edición italiana del Orlando Furioso, de Ariosto (1556), la edición de 1558 de la Gramática latina, de Nebrija, y, del mismo año, el Catecismo del arzobispo de Toledo Bartolomé Carranza, uno de los poquísimos ejemplares existentes en el mundo, salvado de la destrucción a que fue sometida la edición.

Incunables (Foto: Rocío Pérez)

Aunque el fondo de la biblioteca pertenece mayoritariamente al campo de las ciencias religiosas, entre los impresos de los siglos XV al XIX hay una buena colección de obras de autores clásicos, griegos y latinos entre los que destacan los treinta y seis ejemplares de dieciocho ediciones diferentes del siglo XVI al XIX de las distintas obras de Ovidio. Los ejemplares de las obras de Ovidio que se datan en el siglo XVI vienen a ratificar la variada procedencia internacional de los más de mil impresos de este siglo que conserva la biblioteca, al igual que los cinco ejemplares de las ediciones del XVII. No obstante, el grueso de los ejemplares ovidianos pertenece al siglo XVIII, en el que la actividad editorial se ve incrementada y las ediciones de las obras de Ovidio reflejan el desarrollo de la ciencia filológica y el interés por el mundo clásico que caracteriza al Siglo de las luces. Los veintitrés ejemplares que forman el fondo ovidiano de este siglo en la biblioteca pacense muestran asimismo el desarrollo de la edición de las obras de poeta en el panorama español. La edición de Ovidio en el siglo XIX también está representada en el fondo de la biblioteca del seminario por medio de tres ejemplares, que provienen de las imprentas de París y de Leipzig. La última de las ediciones de fondo antiguo que contienen las obras del poeta es ya una edición crítica, concretamente los tomos segundo y tercero de una reimpresión de 1896 de la importante edición de la obra de Ovidio realizada por el filólogo C. H. Weise y publicada por primera vez en 1845, lo que da cuenta de la vocación científica y filológica del fondo de la biblioteca del seminario.

Incunables de San Atón (Foto: Rocío Pérez)

Por lo que se refiere a las obras que consideramos ilustradas, el fondo de la biblioteca posee, en sentido estricto, ocho volúmenes ilustrados de obras de Ovidio que pertenecen a cuatro ediciones diferentes, que tienen diversos tipos de ilustración. Desde la más compleja, la de la edición veneciana de 1586 que incluye una serie completa de grabados que ilustran el contenido del poema desde el punto de vista de las fábulas mitológicas, es decir, una edición con una ilustración narrativa que es lo que se considera una edición ilustrada al uso, a la más simple, en la edición también veneciana de 1779, que va ilustrada sencillamente con un retrato del poeta en la portada, pasando por un tipo de ilustración esquemática, en dos ediciones latinas, la suiza de 1543 y la alemana de 1601, que ya conocemos porque forma parte del fondo de la Universidad de Santiago y de la biblioteca del Seminario de Santa Catalina de Mondoñedo que visitamos en la última entrada.

Metamorfosis.Mycillus.Hervagius.Basilea.1543 (M.SMB.Bas.1543a) Portada 

Estas dos últimas ediciones pretenden mostrar gráficamente los contenidos de las Metamorfosis desde un enfoque que se aproxima a la ilustración científica. Así, en la biblioteca del seminario se conservan dos de los tomos de una edición de las obras de Ovidio de gran formato compuesta por tres volúmenes publicados en Basilea por Johann Herwagen (Ioannes Heruagius) en 1543, 1549 y 1550, respectivamente. El primer volumen de esta publicación excepcional, del que la biblioteca posee dos ejemplares, contiene la edición del texto de las Metamorfosis realizada por el filólogo y poeta alemán Jacobus Micyllus o Jakob Moltzer (1503-1558), que constituye un hito en la edición académica de la obra ovidiana. El texto del poema va acompañado de tres tipos de comentarios: las famosas enarrationes de Rafael Regio, los comentarios atribuidos a Lactancio y las anotaciones del propio Micyllus.

El tono académico y erudito de esta edición se ve incrementado con la inclusión en el volumen dedicado a las Metamorfosis de tres grabados situados en las páginas iniciales del libro primero del poema para explicar los versos que contienen la que se conoce como “cosmografía ovidiana”. Es sabido que en el inicio del libro primero, entre los versos 21 y 68, Ovidio relata el comienzo del mundo, una suerte de creación en la que el poeta hace una cumplida descripción de la conformación de la tierra como esfera, después de que el caos se ordene y se separen los elementos. En las primeras líneas se dibuja la organización de la tierra, el agua y el aire (vv. 21-31), se describen las cinco zonas climáticas de la tierra (vv. 45-51), y se habla del papel del aire y su relación con los vientos, que son nombrados y diferenciados porque soplan en “regiones separadas” (vv. 52-68). 

Metamorfosis.Mycillus.Hervagius.Basilea.1543 (M.SMB.Bas.1543a) Diagrama 1 (p. 4)

Para estos versos, pues, se concibe una representación gráfica en forma de diagramas cosmográficos circulares similares a los que ilustran en las primeras ediciones incunables el difundido e influyente De sphaera de Johannes de Sacrobosco. El primero de los diagramas contiene la tierra, el agua y ocho de los nueve cielos, con los nombres de cinco planetas, el sol y la luna. Este tipo de esquema pertenece a la tradición ptolemaica y está recogido en el tratado de la esfera de Sacrobosco de donde pasó seguramente a ilustrar un incunable de las Metamorfosis impreso en Lyon en 1497 por Jacques Maillet, que se puede considerar una de las fuentes para la ilustración de esta edición suiza.

El segundo de los diagramas representa las cinco zonas climáticas de la tierra, los polos, los trópicos, el ecuador y los círculos polares. Esta descripción de las zonas de la tierra y su clima y condiciones de habitabilidad está establecida en el texto del poema, tanto es así que estos versos concretos de Ovidio se aducen en los tratados cosmográficos, como en el citado de Sacrobosco. Por último, un tercer diagrama cosmográfico representa en la esfera los puntos cardinales y los vientos de cada zona de la tierra. Acompaña a los siguientes versos donde se produce la descripción de la cualidad del aire y de los vientos. Ambos diagramas desglosan el diagrama cosmográfico compuesto por una combinación de estos dos últimos (las zonas y los vientos con los puntos cardinales) que aparece por primera vez en la edición veneciana de las Metamorfosis de 1493, la primera con el texto y los comentarios de Rafael Regio, que ya conocemos por nuestra visita a la Biblioteca Xeral de la Universidad De Santiago.

Metamorfosis.Mycillus.Hervagius.Basilea.1543 (M.SMB.Bas.1543a) Diagramas 2 y 3 (pp. 5 y 6)

 Por otro lado, en la biblioteca del seminario también se encuentra un ejemplar de cada uno de los tres tomos, encuadernados en dos volúmenes, editados en Fráncfort en 1601 en la imprenta Wecheliana, que ya conocemos por anteriores visitas a dos bibliotecas gallegas, como hemos indicado antes. Se trata de otra de las grandes ediciones de la obra completa de Ovidio, que va acompañada por una batería de comentarios de varios eruditos de distintas épocas y que tuvo una gran importancia y difusión. Como sucedía en el caso de la anterior, esta edición filológica no tiene la intención de mostrar contenidos figurados, pero, sin embargo, en el tomo tercero (fig. 5), correspondiente al texto comentado de las Metamorfosis, reproduce la estructura figurativa de la edición de 1543, con tres diagramas cosmográficos idénticos, que acompañan igualmente a los versos de la cosmogonía ovidiana.

El tercer ejemplar ilustrado del fondo ovidiano del seminario de San Atón, una copia de la edición veneciana de las Metamorfosis impresa por Nicolò Moretti (Nicolaus Moretus) en 1586, que lleva por título P. Ouidii Nasonis Metamorphoseon Libri XV / Raphaelis Regii volaterrani luculentissima explanatio, cum nouis alterius viri eruditissimi, additionibus; Lactantii Placiti in singulas fabulas argumenta; eruditissimorum virorum Coelii Rhodigini, Ioan. Baptistae Egnatii, Henrici Glareani in pleraque omnia loca difficiliora annotationes. Venetiis : apud Nicolaum Moretum, MDLXXXVI.

Se trata de una de las ediciones latinas, eruditas, pero profusamente ilustradas que siguen la tradición iniciada por el famoso impresor Giovanni Tacuino en 1513 y que, como el resto de las ediciones de esta tradición, incluyen junto al texto original del poema ovidiano los comentarios de Regio y otra serie de anotaciones y adiciones de diversos estudiosos.  Es una de las ediciones tardías del siglo XVI cuyo modelo son las primeras versiones latinas ilustradas con grabados mitológicos, concretamente la edición del poema de 1513, un temprano producto veneciano que significó una nueva era para la edición de las Metamorfosis latinas comentadas y con ilustraciones, ya que el editor acomete en ella la corrección y la ampliación de la serie de grabados mitológicos que se había difundido en las ediciones italianas y francesas del poema a principios del XVI y que procedía, en última instancia, de la larga serie creada en 1497 para el incunable veneciano del poema en lengua vernácula,  que se reutilizó y modificó en la edición parmesana de 1505, que conocemos por nuestra primera visita al Seminario de Mondoñedo.

Metamorfosis.Regius.Moretus.Venecia.1586. Portada. 

La nueva serie de grabados de la edición de Tacuino se componía del diagrama cosmográfico asociado a las ediciones con los comentarios de Regio, al que ya nos hemos referido y de sesenta y dos estampas relacionadas con los contenidos del poema. Todo ello se constituye en un modelo que tendrá numerosas secuelas, una de las cuales es esta edición de 1586 que incorpora un aparato iconográfico imbricado en esta tradición, aunque prescinde del diagrama cosmográfico y ya no muestra la serie completa de 1513, pues ha perdido varios de los grabados originales, algunos de cuales se han sustituido por xilografías creadas para otras ediciones. Es, por tanto, una edición de una calidad mediana, aunque constituye una cierta rareza en el panorama del patrimonio bibliográfico español, ya que, además del ejemplar del seminario pacense, solamente hay otros cuatro ejemplares en bibliotecas españolas.

Metamorfosis.Regius.Moretus.Venecia.1586. Ovidio escribiendo (Libro1, grabado 1, p.1) 

La ilustración de la edición, como en su modelo remoto, en lugar de iniciarse con la imagen de la creación del mundo que adornaba las ediciones incunables y post-incunables anteriores, comienza con un grabado que introduce el texto del libro primero con la representación de Ovidio sentado al escritorio y escribiendo un libro que asumimos que son las Metamorfosis, ya que el proemio del poema tiene un ejercicio metareferencial por el que el poeta, en su petición de ayuda a los dioses para completar su tarea literaria, se refiere a la propia obra que está comenzando. La figura de Ovidio va ataviada con un atuendo que pretende reproducir una vestimenta romana, casi militar, y, como corresponde a un poeta, va coronada de laurel. Es un personaje barbado y su apariencia lo aproxima más a la imagen de “un César”, como el propio emperador Carlos V, que a la imagen del poeta, sin barba y con un aspecto menos maduro, que muestran los retratos a la antigua que se empezarán a incluir en sus obras en este momento. Esta práctica de introducir la imagen del poeta escribiendo su obra procede de la ilustración de los incunables de las obras de autores clásicos y ya estaba presente en el modelo de 1513, aunque el grabado de esta edición que hace alusión al autor y de manera explícita al poema de las Metamorfosis adopta la forma de una escena con más personajes ambientada en un paraje natural.

Por lo que se refiere al resto de las estampas narrativas que ilustran la edición, el conjunto de grabados, que se ajusta al intento de dotar de figuración a las historias mitológicas más relevantes del poema, se compone de cincuenta y nueve xilografías de pequeño formato, cincuenta y cinco de las cuales, como ya hemos dicho, son la copia de los originales de la edición veneciana de 1513.

Metamorfosis.Regius.Moretus.Venecia.1586. Las hazañas  de Hércules (Libro 9, grabado 35, p.183) 

El último conjunto de ejemplares ilustrados del fondo del seminario pertenece a una serie de ediciones de la obra de Ovidio que se origina en Francia a finales del siglo XVII. Se acomete en ese momento la realización de una colección de ediciones de los autores clásicos para ad usum Delphini, para la educación del Delfín de Francia, encargando la compilación y comentario de las obras de Ovidio al erudito helvético Daniel Crispin. Desde la primera edición en cuatro volúmenes de todas las obras del poeta latino que aparece en Lyon en 1689, hasta 1821, se publican, con ligeras modificaciones, veintiséis ediciones comentadas. Dos de estas ediciones se encuentran en el fondo de la biblioteca de San Atón: la de 1779, de la que solo se conservan dos de los cuatro tomos, y la que publica Remondini en Venecia en 1792 que está completa.  

OperaOmnia.Crispinus.Constantinus.Venecia.1779.t4. Portada. 

Una de las características que comparten varias de las ediciones de estos textos comentados es la confección de las portadas de todos los tomos en las que figura un grabado con la efigie del poeta Ovidio presentada en una pretendida moneda que lleva su nombre en griego. La imagen del poeta, representado de perfil, con el pelo corto y el semblante adusto, simula un busto antiguo, y su fisonomía, como ya es habitual, está determinada por la gran nariz que su cognomen recuerda. Muchas de las ediciones de las obras de autores clásicos presentan la imagen del autor como marchamo de cierta autenticidad y en recuerdo de la práctica iconográfica de reconstrucción de la iconografía -entendida como retratística- de los hombres del pasado a través de las imágenes de las monedas. 

Un conjunto de retratos e imágenes de Ovidio que aparecen en las distintas obras ilustradas se puede consultar en el sitio web de la BDO.

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Rarezas ovidianas: el peculiar Ovidio ilustrado de la biblioteca del Seminario de Santa Catalina en Mondoñedo (Lugo)

Volvemos a visitar la singular biblioteca del Seminario Conciliar Santa Catalina de Mondoñedo que fue objeto de nuestra última visita, para presentar cuatro ediciones ilustradas del poeta romano Publio Ovidio Nasón de los siglos XVII y XVIII que se encuentran entre sus numerosos fondos y que vienen a complementar el panorama de excepcionalidad marcado por la presencia en su fondo del famoso post incunable de 1505 que presentamos en la entrada anterior.

En primer lugar, la biblioteca posee un ejemplar de uno de los tomos de las obras completas de Ovidio anotadas y comentadas por el famoso filólogo Nicolas Hensius que se publicaron prácticamente como «libros de bolsillo», editados por los Elzevier, una familia holandesa de libreros, editores e impresores, que se hizo famosa por sus ediciones en pequeño formato, doceavo (12º), y de precio ajustado, que constituyeron no solo una novedad, sino sobre todo una empresa editorial en relación con los clásicos.

El volumen que posee el seminario mindoniense pertenece a la edición de 1664, la tercera de las ediciones anotadas por Hensius que se edita en la imprenta que en ese momento regentaba Daniel Elzevir, uno de los miembros de la famosa familia de impresores. El tomo de la biblioteca es el primero de los tres que componen las obras completas, Como es habitual en estas ediciones de las obras de Ovidio, el primero de los tomos está dedicado a las obras amorosas, de modo que contiene las Heroidas, el Arte de amar , los Remedios contra el amor, los Amores, Sobre la cosmética del rostro femenino, la Haliéutica, la Consolatio ad Liviam y Nux.

No se trata de una edición profusamente ilustrada, sino que pertenece al grupo de ediciones de las obras de Ovidio que consideramos ilustradas porque va acompañada con algún tipo de imagen, de modo que se establece una especie de comentario icónico con la obra del poeta. En este caso la única ilustración que lleva esta edición es un frontispicio calcográfico colocado delante de la portada que contiene la información de la obra, pero que como se hace también una costumbre en estas ediciones holandesas y filológicas incorpora el título, los datos del editor, del impresor y la fecha. Por otra parte la edición es casi una rareza porque no hay más que otros dos ejemplares de este tomo en el Seminario Mayor de Orense y uno más en la biblioteca arzobispal de Sevilla.

Frontispicio de la edición de Ámsterdam 1664

El grabado de la anteportada presenta una escena ficticia en la que Ovidio, asistido por la diosa Minerva que lo asiste como si fuera un héroe de la Antigüedad y lo apoya poniéndole una mano en el hombro mientras con la otra mano parece indicarle que mire la suerte de epifanía divina que puebla la imagen y se muestra ante el poeta. Ovidio está sentado en el acto de empezar a escribir, sosteniendo la pluma con la mano derecha, tiene un tintero y un folio o volumen apoyados sobre el improvisado escritorio que es un cubo de piedra con basa que parece formar parte de las estructuras arquitectónicas que articulan la imagen. El poeta, coronado de laurel y vestido a la romana con una coraza, faldellín y un manto que lo envuelve, apoya la cabeza en su mano izquierda en un acto pensativo mientras vuelve la vista las figuras divinas que se presentan ante él. Las figuras divinas están envueltas en una especie de nube que en la parte de arriba de la página acoge una asamblea divina en la que se pueden reconocer a varios dioses con sus atributos, sentados alrededor de la figura central de Júpiter que está coronado, sostiene un cetro y tiene un águila junto a él Ceres con una cornucopia, en el fondo Mercurio con un casco con alas, a continuación Apolo, con la lira y un nimbo de rayos; ante una figura en la sombra se encuentra Plutón que sostiene una horca, una especie de tridente de solo dos dientes, a continuación está Juno representada junto a su pavo real y en el fondo a la derecha aparece la figura regordeta de Baco sosteniendo una especie de cuenco para beber. En la zona derecha, como bajando de la nube y colocada sobre un pedestal se encuentra una figura de tamaño natural de la diosa Venus, en actitud púdica, con un pequeño manto que le envuelve el bajo vientre y llevándose una mano para cubrirse el pecho. Junto a ella se encuentra la figura de su hijo Cupido sosteniendo un pequeño arco. En el fondo de la imagen, entre dos columnas que parecen formar la entrada de la especie de templo en el que se encuentra el poeta, que podría relacionarse con uno de los templos circulares de la diosa del amor, se ve en vuelo el águila de Zeus llevando agarrado a su cuello a Ganímedes. en la parte de abajo se adivina una figura que levanta el brazo izquierdo, quizá en actitud de alarma al presenciar el rapto del muchacho. El grabado, sin firma, no es de gran calidad, y es, sin duda, la tercera copia de los frontispicios de las ediciones de 1652 y 1661, con el mismo tema, pero de mucha mejor calidad.

Otro ejemplar del siglo XVII constituye también una rareza en el panorama bibliotecario español, ya que solo se documenta otro ejemplar en la Biblioteca Colombina y Capitular de Sevilla de una edición de las Metamorfosis en tres volúmenes de los que la biblioteca del seminario no posee más que el primero de los tomos. En este caso se trata de una edición francesa titulada Les Metamorphoses d’Ovide, avec des explicaciones à la fin de chaque Fable. Augmentées du Jugement de Pâris, &de la Metamorphose del Abeilles.Nouvelle Traduction, enrichies de figures, que se publicó en tres volúmenes en Amsterdam en 1693 en casa del librero Pierre Mortier. Contiene una de las famosas traducciones francesas del poema ovidiano, concretamente la de Pierre Du Ryer, que se publicó por primera vez en París en 1666 con un juego de estampas tomadas de la tradición de los grabados sinópticos creados por Giacomo Franco para la edición de 1584 de la traducción de Anguillara editada por Giunta en Venecia, con la que hemos entrado en contacto en nuestras visitas a la Biblioteca Xeral de la Universidad de Santiago y al Seminario de Lugo.

El volumen, en cuya portada se inserta un retrato del poeta Ovidio, va ilustrado con seis grabados calcográficos a toda página: una anteportada y  cinco ilustraciones, una por cada uno de los cinco primeros libros de las Metamorfosis que contiene este primer tomo. La anteportada, de una calidad más bien pobre, tiene un grabado sin firma que presenta, como en el caso del ejemplar de 1664, una escena relacionada con la presencia de los dioses y la preponderancia de Venus en el poema ovidiano. Divida en dos partes por un gran paño sostenido por dos amorcillos en el que se lee LES METAMORPHOSES D’OVIDE, en la parte superior de la escena la diosa Venus, que va acompañada por Cupido, aparece desnuda y recostada, sosteniendo en su mano derecha un corazón ardiente. En la parte inferior se representa la Asamblea de los dioses donde se puede reconocer a cada uno de ellos por los atributos que portan: Saturno con una guadaña, Plutón con la horca, Baco con una copa, Ceres con una cornucopia, Pan, híbrido y recostado con un cayado pastoril, Minerva armada con escudo y lanza, Mercurio con el casco alado y sosteniendo un orbe, Neptuno desnudo, barbado y con tridente y Apolo con la lira. Todos ellos rodean a la pareja central formada por la pareja coronada de Juno, con el pavo real y Júpiter con cetro, haz de rayos y águila.

Ilustración del libro tercero

La edición completa incluye quince grabados sinópticos, uno por libro,  que contienen escenas de varios episodios del libro correspondiente, creando la ilusión de que constituyen una gran escena única. Imbricada en la tradición mencionada de los grabados de Giacomo Franco, el juego de esta edición de Ámsterdam 1693 es, en última instancia, una copia de las creaciones de Franz Clein y Salomon Saverii para la edición de Oxford de 1632, que se reutilizan en una edición latina editada en París en 1637. Las ilustraciones de esta edición holandesa, de autor anónimo, son copia de varios modelos de grabados de ediciones anteriores; concretamente de los grabados de Jacques Laloutte y Joseph Mulder, pero con influencias de los grabados de Bernard Salomon y Antonio Tempesta.

El tercer ejemplar ovidiano de esta colección del seminario es de nuevo un unicum no solo en el panorama panorama bibliotecario español, sino que es una rareza en el panorama europeo. Se trata de una edición de las Metamorfosis en un solo volumen que contiene el texto del poema recensionado y comentado por Ioannes Georgius Walchius que se editó en Leipzig 1731 en casa del eximio librero e impresor Moriz George Weidmann. Tratándose de una edición de carácter filológico, el volumen no lleva más ilustración que un retrato de Ovidio como frontispicio.

Por último, al igual que otras bibliotecas con fondos relevantes, la biblioteca de Mondoñedo también posee un ejemplar de cada uno de los tres tomos de las obras completas de Ovidio comentadas, editadas en Fráncfort en 1601 en la  imprenta Wecheliana, una edición filológica que conocemos por nuestra tercera visita a la Biblioteca Xeral de la Universidad. El tercer tomo de la edición, correspondiente al texto comentado de las Metamorfosis continua la tradición de las ediciones que llevan el comentario de Regio, como la edición parmesana conservada en el seminario, e incorpora tres diagramas de tipo astronómico y cosmográfico que acompañan al texto del poema, que, en el libro primero, se ocupa de establecer una cosmogonía, con la separación de los elementos y la creación del mundo.

Se trata de otra de las grandes ediciones de la obra completa de Ovidio, que va acompañada por una batería de comentarios de varios eruditos de distintas época que tuvo una gran importancia y difusión y que, como sucedía en el caso de la edición anterior, al tratarse de una edición filológica no tiene la intención de mostrar contenidos figurados, aunque se inclina por introducir una ilustración de tipo científico. Los diagramas remiten al conocimiento ptolemaico de la situación de la tierra, los principales planetas, la luna, el sol y las estrellas fijas y al diagrama de las zonas de la tierra, los climas y la influencia de los vientos. Por otra parte, tal y como reseña el proyecto sobre el texto de las Metamorfosis de la Universidad de Huelva, se considera una de las ediciones imprescindibles para la fijación y estudio del texto del poema.

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Joyas ovidianas: el postincunable parmesano de 1505 y la biblioteca del Seminario de Santa Catalina en Mondoñedo (Lugo)

Continuamos nuestro recorrido por las bibliotecas «ovidianas» de Galicia en Mondoñedo, la antigua y sugerente villa en la que uno de sus ilustres hijos, Alvaro Cunqueiro, entablaba conversaciones con el mago Merlín y la Santa Compaña. Allí, junto a la magnífica catedral, sede de la diócesis mindoniense, se encuentra el seminario, que ostenta el honor de ser uno de los más antiguos de España, en concreto el tercero en ser creado a finales del siglo XVI. En funcionamiento desde 1583, a partir de 1770 se traslada a un enorme edificio situado junto a la catedral y en ese momento, cuando conoce su mayor esplendor, el rey Carlos III le concede el título de Real Seminario Conciliar de Santa Catalina.

En la primera planta del edificio en el que se estableció el seminario a finales del siglo XVIII por iniciativa del obispo Losada y Quiroga, se encuentra la biblioteca, instituida por el mismo prelado, ubicada a un lado del claustro principal del Real Seminario, en la construcción más antigua, con una extensión de unos 120 metros cuadrados. En sus inicios la librería constaba de doscientas cuarenta y cinco obras, un cantidad que se ha incrementado hasta los 30000 ejemplares con los que cuenta en la actualidad.

Los fondos de la biblioteca abarcan temas relacionados con las Humanidades y Ciencias sociales y provienen en su mayoría de donaciones de sacerdotes, religiosos e instituciones, y, además, cuenta con un fondo aproximado de 10.000 monografías, pertenecientes a la biblioteca fundacional de la Domus Ecclesiae (1963). El fondo se estructura en diversas secciones: Fondo local, Fondo antiguo, fondo “Estudios Mindonienses”, Religión-Teología, Galicia, Iglesia en Galicia, Derecho canónico, Educación, Filosofía, Psicología-Medicina, Literatura e Historia. En Galiciana, la biblioteca digital de Galicia, no solo se pueden consultar los fondos de la biblioteca sino que además se encuentra digitalizada una selección.

El Fondo antiguo, que atrajo nuestra atención, encierra algunos tesoros, como un manuscrito del siglo XIII que contiene la Leyenda mayor de San Francisco, una importante colección de incunables, y una Biblia políglota, escrita en griego, persa, latín etíope, caldeo, siríaco, árabe y hebreo, que data del siglo XVII. A estos tesoros, en la nómina de los impresos más antiguos, se puede añadir un ejemplar ilustrado excepcional de las Metamorfosis de Ovidio. Una edición latina postincunable fechada en Parma en 1505, que es un libro especial por su historia editorial; una edición extraña que tiene una especie de hermana «casi gemela», aparentemente impresa el mismo día del mismo año en la misma ciudad, que, sin embargo, difiere en la calidad de la impresión y, sobre todo, en el aparato figurativo.

De este modo, se sabe que existen dos ediciones parmesanas del mismo día y año, pero la segunda de ellas es una especie de «edición pirata» que falseó la versión auténtica de gran calidad y cuidada ilustración. De esta «segunda versión», se conservan alrededor de veinte ejemplares en el mundo, uno de ellos en la biblioteca de la Universidad de Murcia; de la primera edición, que consideramos auténtica, no hay más que seis ejemplares en otras tantas bibliotecas de Europa y Estados Unidos. Uno de estos bellos ejemplares es el que reposa en las estanterías de la interesante biblioteca del Seminario de Santa Catalina en la villa lucense de Mondoñedo.

El libro, que se edita, según reza en su colofón, en las calendas de mayo, es decir el día primero del mes de mayo de 1505 en Parma en la casa de Francesco Mazzali, contiene el texto latino del poema mitológico ovidiano, acompañado por los famosos comentarios de Rafael Regio (Raphael Regius, Bergamo ca. 1440-Venecia 1520) y por un juego de sesenta xilografías que ilustran la composición del mundo, y cincuenta y nueve episodios de los quince libros de las Metamorfosis.

La edición parmesana incluye los comentarios de Regio que se publicaron por primera vez en Venecia en 1493, en una edición incunable que ya conocemos a través del ejemplar que se conserva en la Biblioteca Xeral de la Universidad de Santiago de Compostela. Es precisamente el hecho de que sea una edición latina comentada, concebida como un producto académico para la universidad, lo que la hace especial, ya que va ilustrada de manera profusa en relación con las imágenes que solían acompañar a este tipo de incunables.

Y sobre todo, lo peculiar es que, desde el punto de vista de la figuración, esta edición académica incorpora un aparato figurativo que procede en su mayoría de la serie de grabados de gran calidad que se habían realizado para la edición incunable impresa en Venecia por Giovanni Rosso para Lucantonio Giunta en 1497,  el Ovidio metamorphoseos vulgare, que no contiene exactamente el texto de las Metamorfosis, sino la traducción parafraseada en lengua vernácula realizada más de cien años antes por Giovanni Antonio Bonsignori, trufada de alegorías y añadidos que proceden de otras fuentes mitográficas anteriores.

Al igual que todas las ediciones comentadas por Regius que se publican desde 1493, la parmesana incorpora, como frontispicio del texto, el diagrama cosmográfico circular con los vientos, las zonas climáticas de la tierra y los solsticios y equinoccios. Las xilografías que componen el juego de ilustraciones que reproducen las historias del poema son de un tamaño considerable y van enmarcadas en ambos laterales por dos franjas con decoración vegetal. Así, la serie de cincuenta y tres grabados que adornaba la edición veneciana de Giunta se reutiliza en la pieza parmesana, a excepción de la primera xilografía que representa la Creación del mundo, que es un producto nuevo. A este juego de grabados reutilizados se añaden otros seis de factura muy similar, como si hubieran sido realizados por el mismo autor de la serie de 1497.

Los grabados venecianos de la edición vernácula de 1497 constituyeron, dentro del libro impreso, la primera gran serie de ilustraciones para los contenidos de las Metamorfosis, una serie que se vio aumentada en la gran edición de Parma. Desde el punto de vista del modo de figuración, las historias mitológicas se representan siguiendo los esquemas compositivos de la narración continua, en la que se figuran episodios, más o menos consecutivos en el tiempo y relacionados entre sí, desarrollándose en un mismo espacio común, de modo que una sola ilustración muestra varios momentos de una historia al igual que el poema encadena momentos distintos de las historias que generalmente culminan en una transformación.

La historia de Apolo y la serpiente
Pitón y el amor de Apolo y Dafne (f. b3 v)
La historia de Polifemo y los compañeros de Ulises (f. t8 v)

Un pequeño conjunto de ediciones ilustradas de otras obras de Ovidio comparte los anaqueles del seminario de Santa Catalina con este raro ejemplar único en España, pero las veremos en la siguiente visita a esta interesante biblioteca.

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Un feliz reencuentro en Compostela: Ovidio en el Museo do Pobo Galego

Después de un largo año de silencio, retomamos las visitas a las bibliotecas «ovidianas» y volvemos a Santiago. Nuestra última entrada nos había llevado a Lugo, siguiendo el itinerario de bibliotecas gallegas establecido en la Biblioteca Digital Ovidiana. Sin embargo, durante este último año, el azar nos deparó el hallazgo de un ejemplar de una edición ilustrada en una biblioteca de Compostela en la que no esperábamos encontrarnos con un Ovidio antiguo e ilustrado, la biblioteca del Museo do Pobo Galego, una institución santiaguesa que se ha convertido en un referente de la etnografía y patrimonio gallego.

El Museo y su biblioteca se encuentran actualmente alojados en el convento de Santo Domingo de Bonaval. Este, cuya historia se remonta al siglo XIII, ha sufrido a lo largo de los siglos modificaciones que han dado como resultado el actual edificio, donde las partes más antiguas datan del siglo XIV y las ampliaciones y reformas de Domingo de Andrade, del siglo XVIII, han dejado la huella barroca en elementos como la emblemática triple escalera de caracol. 

El camino hasta la conformación del museo en su estado actual comenzó en realidad en los años 30 por iniciativa del Seminario de Estudos Galegos, una institución nacida en 1923 con intención de estudiar y dar visibilidad al patrimonio cultural de Galicia. Esta idea se vio truncada durante la guerra civil y parte de su legado fue recogido más tarde por el Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento, dependiente del CSIC, creado en 1944. Durante la transición democrática, en 1976, empezó a ver la luz el Museo do Pobo Galego, con la constitución de un patronato cuyos objetivos se centran en investigar, conservar, divulgar, defender y promover la cultura gallega. En octubre de 1977 le fue cedido por el ayuntamiento de Santiago el convento donde hoy se encuentra, y se abrieron las primeras salas del museo. Este mismo año se inauguran también la biblioteca y el archivo, abiertos al público para la consulta y dedicados a custodiar y tratar la documentación que atesoran. 

En 2012, la biblioteca del Museo do Pobo Galego, de uso público pero titularidad privada, fue declarada por la Xunta Biblioteca de Especial Interés para Galicia. El fondo bibliográfico está compuesto por más de cien mil volúmenes, entre libros y publicaciones periódicas. De modo general, cuenta con colecciones de cartografía, pergaminos, cartelería, música, un impresionante fondo histórico con impresos y documentos anteriores a 1800 y una sección de hemeroteca. En su mayoría, los fondos proceden de donaciones, intercambios institucionales y, en menor medida, adquisiciones.

Específicamente, el conjunto está articulado en colecciones que reflejan la composición del fondo y el modo principal en que se se constituyó. Estas colecciones están formadas por bibliotecas personales privadas que se donaron al museo, tales como la biblioteca Xoaquín Lorenzo Fernández “Xocas” (Ourense, 1907 – Lobeira, 1989), la biblioteca Xesús Taboada Chivite (Verín 1907-1976), la biblioteca Antonio Fraguas Fraguas (Cotobade, 1905 – Santiago, 1999), la biblioteca Antonio Rodríguez Fraiz (Cerdedo, 1912 – Campañó, 1995), la biblioteca Manuel Beiras García (Santiago, 1904 – 1996) y la biblioteca Familia Baltar (Padrón, ca. 1790 – Santiago, 2005), que es la que nos interesa en esta ocasión.

Esta biblioteca familiar, donada al museo por los herederos de don Ramón Baltar Domínguez en 2005, comenzó a formarse a principios del siglo XIX en Padrón (A Coruña), por el farmacéutico José Baltar Varela, y fue continuada por su sobrino Ángel Baltar Varela. Conservada en la familia a lo largo de los años, fue trasladada a Santiago en los años 40 del siglo pasado, y cedida al cirujano y humanista Ramón Baltar Domínguez (1902-1981). El fondo bibliográfico se compone de mas de quince mil volúmenes de temática variada, que, cronológicamente, abarcan desde el siglo XV hasta bien avanzado el siglo XX. Una exposición de algunos de estos fondos se ha inaugurado precisamente durante este mes de febrero en el Colegio de Fonseca de la universidad compostelana.

Entre los libros antiguos de esta nutrida biblioteca de los Baltar se encuentra un ejemplar de una edición ilustrada de las Metamorfosis que vio la luz en 1589, Las Transformaciones de Ouidio traduzidas del verso latino, en tercetos, octauas rimas por el Licenciado Viana, en lengua vulgar castellana. Esta edición, con la que ya hemos entrado en contacto en dos ocasiones en nuestras visitas a la biblioteca de la Catedral de Santiago y a la Biblioteca Xeral de la Universidad de Santiago que poseen sendos ejemplares de la obra, contiene la traducción al castellano del poema ovidiano realizada por Pedro Sánchez de Viana en tercetos y octavas reales, que imprime en Valladolid Diego Fernández de Córdoba en la segunda mitad del siglo XVI. Publicada bajo el título de Las Transformaciones de Ouidio es una de las tres únicas ediciones españolas ilustradas.

Tanto desde el punto de vista del texto como del de la ilustración, la edición de Viana es heredera del modelo de las ediciones que contienen la famosa traducción italiana de Giovanni Andrea dell’Anguillara, que en 1589 ya tenía varias ediciones a sus espaldas y circulaba por Europa como un best-seller. La edición de Viana nace ya  de manera consciente como un “reflejo” de este fenómeno, pues la fiel traducción del licenciado Viana está en octava rima, como la italiana, y el formato del libro no solo es similar en la caja del texto, sino también en la elección consciente del aparato figurativo, que se compone, igualmente, de un juego de quince grabados, uno por libro, encabezando el inicio del texto. Por su parte, la edición española incluye como anexo al texto ovidiano las Anotaciones sobre los quinze libros de las Transformaciones de Ovidio, del mismo Sánchez de Viana, que consiste en un extenso conjunto de comentarios sobre las fábulas y las historias mitológicas.

Ya hemos indicado en entradas anteriores que, a pesar de que ya se conocía la magnífica edición veneciana de 1584 impresa por Bernardo Giunta y adornada con las fantásticas calcografías debidas al discípulo de los Carracci, Giacomo Franco, con la que también entramos en contacto en la Biblioteca Xeral de la Universidad de Santiago, el producto español, más modesto y menos cuidado, incorpora quince xilografías, obra de un artista anónimo, que son copias de calidad desigual de las que se incluyen en la segunda edición de la traducción de Anguillara que ve la luz en Venecia en 1563 editada por Giovanni Griffio a instancias de Francesco de Franceschi Senese. Por otra parte, los quince grabados que la adornan parecen haber sido escogidos obedeciendo al criterio de representar las historias con las que comienza cada uno de los libros del poema,  y esto parece cumplirse casi sin excepción.

A pesar de sus fallos de edición, la traducción ilustrada de Sánchez de Viana,  conoce un éxito y una difusión sin precedentes en España, de modo que la mayoría de las bibliotecas españolas con fondo antiguo poseen uno o varios ejemplares. De las más de setenta copias que se conservan en España, veintisiete ya se encuentran accesibles en sitio web de la Biblioteca Digital Ovidiana, entre los que ya se encuentra incorporado este nuevo ejemplar compostelano del que no se tenía noticia.

El ejemplar de la biblioteca del Museo do Pobo Galego, aunque está deteriorado y mutilado porque le faltan la portada y varias páginas, y carece de los grabados de los libros 6 y 13, tiene la peculiaridad de conservar una preciosa encuadernación del XVI, algo dañada, que parece la original. La copia contiene además numerosos testimonios de los numerosos lectores por cuyas manos pasó esta popular traducción de Ovidio con imágenes. Así abundan los Ex libris, entre los que destaca el nombre del que creemos que es el primero de los poseedores dentro de la familia, José Baltar, de modo que la obra llevaría en la biblioteca familiar desde sus inicios.

Ex libris,en tinta roja con el nombre del poseedor sobre el grabado de la p. 1 del libro I: DE D. JOSE BALTAR (f. 1 r., 9 r.)

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El Ovidio perdido del Seminario Mayor de Lugo

Siguiendo nuestro recorrido ovidiano por las bibliotecas gallegas, la visita de hoy, más breve de lo habitual, nos lleva hasta la provincia de Lugo, concretamente a la Biblioteca del Seminario Mayor de la propia ciudad de Lugo. La biblioteca, que se ubica en la sede del Seminario Diocesano, sito en la Avenida Ánxel López Pérez, es una institución de titularidad privada pero de uso público y gratuito.

La biblioteca posee aproximadamente 100.000 ejemplares de notable calidad y valor bibliográfico. Las materias mejor representadas evidentemente son las eclesiásticas, la teología, las escrituras y la filosofía, sin embargo, cuenta con obras fundamentales y destacadas del campo de la historia, el derecho y la lingüística, pero también de ciencias naturales y medicina. De manera concreta, es especialmente relevante la sección de ciencia que está relacionada con Ramón Mª Aller, el ilustre científico gallego del siglo XIX famoso por su labor en el campo de la astrofísica, que comenzó su vida sacerdotal y científica en el Seminario de Lugo.

Los orígenes de la biblioteca se remontan a las primeras bibliotecas episcopales de la Alta Edad Media, de modo que se puede afirmar que es una de las bibliotecas más antiguas de Galicia y por ello constituye uno de los bienes culturales más importantes de la provincia de Lugo.

El rico e importante Fondo Antiguo está formado por la Biblioteca Episcopal de la que fue autor el obispo Armañá, del siglo XVIII, al que se le añade el fondo del obispo Balanzá, ya del siglo XIX, además de significativas donaciones de varias figuras ilustres. Está constituido por obras fundamentales de diversas disciplinas y cuenta con numerosos ejemplares únicos.

El fondo ovidiano de la biblioteca del Seminario, sin embargo, no es especialmente nutrido, ya que se compone únicamente de seis ejemplares de los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX. Tres de ellos pertenecen a ediciones latinas de los Fastos y de la poesía del destierro, y tres son traducciones de las Metamorfosis, una de ellas, de 1645, una versión castellana editada en Madrid; otra, una versión francesa del siglo XIX, y la que hemos dejado para el final, la famosa traducción italiana de Giovanni Andrea dell’Anguillara, en la magnífica edición veneciana de 1584 impresa por Bernardo Giunta y adornada con las fantásticas calcografías debidas al discípulo de los Carracci, Giacomo Franco.

Esta edición, con la que ya hemos entrado en contacto en nuestra visita a la Biblioteca de la Universidad de Santiago, es la única obra ilustrada de Ovidio conservada en el fondo del seminario, pero constituye un caso peculiar que convierte nuestra visita en una especie de excepción, porque nos enfrenta a una de esas dolorosas pérdidas que sufren las bibliotecas en las todas partes del mundo.

La rica ilustración de la edición veneciana de 1584, que se muestra en su portada y en los quince grabados, uno por cada uno de los libros del poema, primeras calcografías incluidas en una obra ovidiana, de una calidad y una belleza extraordinarias, ha desaparecido en el ejemplar lucense: las quince ilustraciones han sido arrancadas y no se conserva más que la portada. La edición conserva su valor bibliográfico en su interesante traducción, pero se ha convertido en una lamentable «rareza»: una edición ilustrada que ha perdido todo su aparato visual. Un atentado contra el patrimonio bibliográfico que ha dejado una huella irreparable.

Como patrimonio ovidiano, el ejemplar está presente en la Biblioteca Digital Ovidiana en la que queda constancia de «lo que fue y ya no es», y ocupa un lugar por derecho propio entre los trece ejemplares localizados hasta el momento en las bibliotecas españolas, de los cuales en el sitio web de la Biblioteca Digital Ovidiana  se encuentran alojados y estudiados ocho. Esta famosa edición ilustrada de Ovidio, que se convirtió en un verdadero «best-seller» en Europa, también llegó a esta gran biblioteca de la ciudad de Lugo, pero un lector desalmado decidió cambiar su destino e impedir que otros lectores disfrutaran del poema del autor latino en todo su esplendor.

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Ovidios antiguos en bibliotecas nuevas: el Fondo Abanca en la Biblioteca de Galicia

Nuestra búsqueda de los ejemplares de los Ovidios ilustrados nos lleva ahora a un entorno diferente. La biblioteca que visitamos hoy es uno de los casos especiales que nos indica que los libros antiguos no duermen siempre un sueño de siglos en el Fondo Antiguo de una antigua institución. En ocasiones, como la que nos ocupa, se conforman nuevas bibliotecas incorporando ejemplares de ediciones antiguas que provienen del mercado anticuario.

De este modo se constituyó el Fondo Bibliográfico Histórico que perteneció a la desaparecida Caixa Galicia, una institución financiera muy relevante en el panorama gallego. La Fundación Caixa Galicia, que tenía como objetivo el fomento de la innovación, del desarrollo de la creatividad y la promoción de la identidad cultural gallega, realizaba ciclos de conferencias, conciertos y talleres, entre otras actividades. Por todo ello recibió la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes en 1999 y la Medalla de Honor de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 2007. Y, de manera concreta, entre sus intereses estuvo la creación del citado fondo bibliográfico especializado compuesto de un total de 3.214 documentos, la mayoría de ellos libros antiguos.

La entidad financiera que en 2010 se fusionó con otra entidad gallega, Caixa Nova, fue absorbida en 2014 por la nueva Abanca lo que determinó el destino del fondo bibliográfico. En el mismo año, la nueva poseedora decidió donar este patrimonio bibliográfico excepcional a la Biblioteca de Galicia. Y en 2015, la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria decretó que el ahora llamado fondo Abanca se constituía como Bien de Interés Cultural por el “valor histórico y documental que suponía como colección para la identidad del pueblo gallego.”

El Fondo Histórico , que de forma virtual puede consultarse en Galiciana, la biblioteca digital de Galicia, tiene su sede física desde 2003 en el número 19 de la Rúa do Vilar, en pleno Casco Antiguo de la ciudad de Santiago de Compostela. El inmueble, que es conocido como La Casa Grande do Pozo debido a la presencia en su patio del pozo que alimentaba las fuentes de la ciudad, perteneció al Cabildo de la Catedral desde el siglo XV al XIX. y ahora alberga la Fundación Abanca. La casa tiene cuatro plantas, en la primera de las cuales se encuentra el salón de actos. Los pisos primero y segundo se reservan a muestras y exposiciones, y en el tercer piso y el bajocubierta se encuentra la biblioteca.

Especializado en el libro antiguo, el Fondo Bibliográfico Histórico atesora volúmenes editados entre el siglo XV a las primeras décadas del siglo XX. Cuenta con 3.199 ejemplares entre los que destacan algunos incunables alemanes. Las ediciones son interesantes por sus ex libris. Hay un fondo documental de autógrafos y además una colección de facsímiles que incluye ejemplares de las Cantigas de Santa María de Alfonso X o la Biblia de Kennicot, una biblia hebrea escrita e ilustrada en A Coruña en el siglo XV.

El Fondo posee dos ejemplares de las obras de Ovidio del siglo XVI, pero solo uno de ellos está ilustrado. Se trata de una copia de la edición de las Metamorfosis impresa en Fráncfort en 1599 a expensas de los herederos de Peter Fischer y en la casa editora de Johannes Saur. El texto de la edición es el revisado y anotado por Jacobus Micyllus (Jakob Moltzer, 1503-1558) que se publica por primera vez en Basilea en 1543. De acuerdo con una práctica que ya hemos visto en ediciones alemanas anteriores, el texto se organiza en fábulas a las que acompaña un breve resumen o argumento y una estampa.

Metamorfosis.Micyllus.Saurius/HFischeri.Fráncfurt.1599

Con el aparato figurativo ya estamos familiarizados a estas alturas, porque los grabados que acompañan al texto son las planchas del grabador alemán Virgil Solis (1514-1562), que a su vez son una reelaboración de las creaciones realizadas por el grabador francés Bernard Salomón (ca. 1508-1561) para La Métamorphose d´Ovide figurée impresa en Lyon por Jean de Tournes en 1557. Estos grabados de Virgil Solis se utilizan por primera vez en 1563 para acompañar a tres ediciones diferentes de las Metamorfosis impresas por la compañía editorial constituida por Sigmund Feyerabend, Georg Rab (Corvinus) y los herederos de Weigand Han (Gallus) en Fráncfort del Meno. Las estampas aparecen en la versión latina resumida y alegorizada de J. Spreng, en una edición que contiene imágenes acompañadas de estrofas que glosan las historias del poema, los Tetrasticha de J. Posthius, y en una de las ediciones de este texto de J. Micyllus que también publican estos editores en 1563.

Aunque el juego completo de las planchas de Solis se componía de 178 grabados, esta edición de Fráncfort va ilustrada solo con 160 de las estampas originales. Faltan dieciocho grabados que corresponden a las ilustraciones de una serie de episodios relevantes como Apolo y Pitón (libro 1), Cadmo y la serpiente (libro 2), Acteón devorado por sus perros (libro 2), Baco y los piratas tirrenos (libro 3), Tisbe y la leona (libro 4), Jasón durmiendo al dragón guardián del vellocino (libro 7), Teseo y Ariadna a la entrada del laberinto (libro 8), Erisictón y su hija Metra transformada en hombre (libro 8), Tetis y Peleo (libro 11), la historia de Dedalión y Quíone (libro 11), el lobo de Peleo (libro 11), el naufragio de Céix (libro 11), la guerra de Troya (libro 12), la muerte y transformación de Cicno (libro 12), la batalla entre Lapitas y Centauros (libro 12), el juicio de las armas (libro 13), la deportación de Hécuba y las troyanas (libro 13),Venus inmortalizando a su hijo Eneas en el río Numicia (libro 14), y el accidente de Hipólito (libro 15).

Las planchas del grabador alemán, algunas de las cuales muestran el monograma VS, que constituía la firma del artista, fueron profusamente utilizadas en ediciones posteriores e incluso copiadas de manera muy fiel en otras ediciones como la edición española de Bustamante impresa en Amberes en 1595 que ya hemos conocido en nuestra visita a la Biblioteca de la Universidad de Santiago, o en las distintas ediciones de la traducción de Florianus, un ejemplar de las cuales, el de la edición de 1619, también se encuentra en el fondo histórico de la universidad compostelana.

El ejemplar del Fondo Histórico gallego, por otra parte, constituye una rareza, ya que es el único ejemplar de esta edición conservado en bibliotecas españolas y uno de los tres ejemplares conservados en el mundo. Y desde el punto de vista de la bibliofilia, se trata de un precioso volumen encuadernado en piel con el lomo decorado con hierros dorados que tiene la peculiaridad de haber pertenecido a Antonio Cupertino de Miranda, miembro de una antigua familia de banqueros portugueses de finales del siglo XIX y principios del XX, como se constata gracias al interesante ex libris impreso que contiene.

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